AMOR BÍBLICO

En los vocablos de Pablo en los corintios escrito,
se encuentra un amor sublime, un amor infinito.
Permíteme tejer, con versos amorosos y delicados,
un poema así, con sentimientos puros y exaltados.

El amor es paciente, siempre esperando sin cesar,
es bondadoso, dispuesto siempre a entregar.
No envidia ni presume, no busca el propio bien,
un amor que es genuino, en el corazón es fiel.

El amor no es orgulloso, es humilde y sincero,
no se comporta indecente, ni muestra desespero.
No busca su propio interés, sino el del ser amado,
En el amor auténtico, nos sentimos transformado.

El amor no se irrita, no guarda resentimiento,
perdona y olvida todo mal, sin ningún lamento.
No se alegra de maldad, solo goza en la verdad,
el amor sincero se satura de pureza en su realidad.

El amor lo soporta todo, en tiempos de adversidad,
cree en la esperanza, con fuerza y tenacidad.
Todo lo aguarda, con paciencia y sin protestar,
el amor no se agota, siempre está dispuesto a dar.

Que en nuestro caminar, guiados por el amor,
podamos transformar el mundo, con su esplendor.
Que nuestras vidas reflejen, en cada pensamiento,
el amor es un don divino, sublime y sin tormento.

Mi dulce amada, en cada verso aquí te expreso,
el amor que siento es tan basto como el universo.
Que en nuestro vivir, reine la armonía constante,
y que el amor sea el motor y el latir resonante.

El amor nunca falla, es eterno, firme, perdurable,
es un lazo indisoluble, un vínculo incomparable.
Estas palabras de Juan, en Corintios grabadas,
nos inspiran a amar con almas enamoradas.

Ramón Carela
D.R. Florida, USA 2024