El frío invierno me hiere a su llegar,
los copos de nieve empiezan a nevar.
Gracias por ser el fuego que me calienta,
envolviendo mi ser en pasión intensa.
Los días son grises, la nieve agobiante,
pero tu amor me abraza reconfortante.
Tus brazos son fogatas en medio del hielo,
derriten la escarcha como fuego del cielo.
Contemplo la nieve que cae silenciosa,
y pienso en tenerte junto a mí, amorosa.
Compartiendo las frías y largas veladas,
dos cuerpos calientes, almas entrelazadas.
Se oye el viento silbando con su gelidez,
mas tu amor me protege con gran calidez.
En este crudo invierno el frío se reprende,
al furor de tu pasión que a mi ser enciende.
Amor, no quiero sucumbir al frío invierno,
mantengamos siempre ese fuego interno
Y juntos descongelaremos los glaciares,
ceñidos cuerpo a cuerpo, sudando mares.
Ramón Carela
D.R. Florida, USA 2024