Al alba, al abrir tus ojos, se despierta el sol.
Envuelto en tus brazos, el mundo cobra vida.
Y la noche, a prisa huye al ver el resplandor,
en el nuevo amanecer, el amor se consolida.
La Luz tenue. del día acaricia nuestras pieles,
Las miradas entrelazadas, el un fuego eterno.
El tiempo se detiene en este instante mágico,
Y en nuestros corazones, hay un latido tierno.
Las sábanas, testigos de la pasión y ternura,
no sienten el calor que irradia el nuevo día.
Nuestros cuerpos, aún desnudos, sin cordura,
los despierta el apetito y el ruido de melodías
El mundo ahí afuera, ajeno a nuestro amor,
en este remanso de paz y con gran decoro.
El calor de tu piel, esa aroma sutil de tu ser,
despertar contigo, es mi más preciado tesoro.
En cada caricia suave, en cada beso robado,
se revela el amor que entre nosotros florece.
Despertar juntos, cuerpo a cuerpo abrazados,
es el regalo divino que el destino nos ofrece.
Ramón Carela
D.R. Florida, USA 2024